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QUÉDATE CON NOSOTROS (Lc 24,13-35)


El camino de Emaús. La vida más que vivirla se “camina”. Es camino. 
En ese camino nos encontramos con las más diversas personas y circunstancias.
Algunos nos salen al encuentro en los momentos de dolor y de dificultad. El desaliento también nos golpea ante situaciones de enfermedad, de pérdida o de desánimo. 
Sentimos el golpe del Viernes Santo y nos cuesta recuperarnos.
Hay alguien que nos sale al encuentro. Y da un vuelco nuestro corazón. Parece que ardemos de emoción, de alegría, de entender lo que nos estaba velado. Es el Resucitado, que nos sale al paso. Quizás queramos continuar en nuestras dudas, nuestro duelo, nuestras penas. Pero Él no nos deja. Con la explicación de las Escrituras y al partir el Pan nos muestra que seguirle, 
“comulgar” con su Palabra y su Pan es lo mejor que nos puede pasar.
Quizás nuestros corazones fríos no quieran revestirse de Primavera. 
El Resucitado en persona nos sale al encuentro. Solo podremos decirle: 
“Quédate con nosotros, porque atardece y la noche se echa encima”.